domingo, 27 de mayo de 2012

La Vela Básica:

La Vela Básica:
Es la vela más simple que se puede hacer. Ella sirve como base para otro tipo de velas.

En este curso, siempre que se diga que hay que vertir la parafina en el molde ya debe ir preparada tal como se explica aquí. La única escepción es la vela Popurry que lleva su primera capa de parafina sin preparar.

Preparación de la parafina para cualquier tipo de vela:

Deposite la parafina en una olla y póngala al fuego. Cuando se esté derritiendo vierta los siguientes materiales: Acido esteárico, recordando que son dos cucharadas por kilo de parafina.
Alcohol cetílico, una cucharada por kilo, es opcional.
Anilina a la Grasa. Se empleará el color que se desee. Según la calidad y concentración de la misma será la cantidad a vertir. Por ejemplo, si usamos una anilina a la grasa de alta calidad, debemos tomar solo un poco en la punta de un palo de pincho o de paleta y será suficiente para teñir un kilo de parafina. Si se emplea una de media calidad, que es la más común, generalmente se emplea una CUCHARADITA o media cucharada, para teñir un kilo de parafina. Esto se determina mejor por la experiencia. El caso es que se recomienda no echar demasiada. Una vela resulta agradable cuando su tono es casi transparente. El color empleado se oscurecerá bastante cuando la vela se enfríe.
NOTA: Dióxido de Titanio o Blanco de Zinc solamente si se desea una vela en tono pastel. Por ejemplo, Si se ha coloreado con anilina roja y luego con blanco de zinc o dióxido de titanio se obtendrá un color rosado, estilo marfil. El azul oscuro o el verde se convertirán en lindos tonos claros, pastel, entre marfil y marmol, dependiendo de la cantidad de blanqueador empleado. Generalmente se llegan a los tonos por experimentación, ya que también depende de la calidad de los componentes empleados en la vela. Una cucharadita por kilo es una medida muy empleada.

En este punto ya se debe tener listo el pabilo. Si aun no lo ha hecho: Corte pabilo de tamaño y grosor adecuado. Deposítelo entre la parafina derretida. Déjelo allí un poco, para que se impregne totalmente. Sáquelo y estírelo sobre la mesa.

Luego de que la parafina se ha derretido totalmente, sáquela y déjela enfriar un poco.

Si desea que la vela tenga AROMA espere unos minutos y eche unas gotas de aceite esencial y, si es posible, algo de fijador de esencia. Se hace en este punto y no antes para evitar que por el calor de la parafina la esencia se volatilice y se pierda el aroma. Es decir, para conservar los principios odoríficos de la esencia.

Mientras tanto, introduzca el pabilo por el orificio. Hálelo por el centro del molde hasta que en la tapa solo aparezca una punta del mismo. Con esparadrapo, cinta de enmascarar, parafina (o silicona si no hay más) asegúrelo en la parte del orificio. Esto garantiza que no se moverá de su lugar y que la parafina no escapará por allí. En el otro extremo del molde debe sobresalir algo de pabilo.

Engrase el molde con aceite de cocina, baselina o algo similar. Esto garantizará que la vela se pueda desmoldar fácil. Cuando la parafina llegue a una temperatura de 75 a 80 grados viértala en el molde. Centre el pabilo, con la ayuda de un lápiz u otro objeto, como un alambre. Manténgalo en el centro y deje enfriar. Cuando esté bien fria la vela desmóldela.

No enfríe la vela con agua o en la nevera. Deje que se enfríe de forma natural o de lo contrario se "chupará" mucho por los cambios bruscos de temperatura. Retírela del molde solo cuando esté totalmente fria o de lo contrario es posible que el pabilo salga solo, sin vela.




Preparación del Molde:


El molde que se va a emplear debe tener bordes límpios y superficie interna lisa. Esto será para que la vela no se raye al sacarla. Se debe engrasar muy bien por dentro, con aceite de cocina o baselina, con el objeto de que la vela no se quede pegada a sus paredes. Si el molde es angosto y no cabe la mano se puede emplear un pincel para desarrollar esta labor. Se coloca, luego, el pabilo en el orificio de la tapa o base y se asegura allí, con esparadrapo o arcilla. Es importante que no queden orificios abiertos o a medio tapar porque la parafina se puede regar por ellos. En el otro extremo de la vela, el pabilo debe sobresalir, de tal manera que cuando la vela esté fría se pueda halar de éste para sacarla. En la base o tapa también debe quedar una punta de pabilo que será la que emplee el usuario final para encender la vela. 

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